Destruyeron, saquearon y quemaron el negocio de una mujer de 63 años en medio de lo que fue el paro nacional que duró 18 días en Ecuador. Fue uno de los tantos casos de ciudadanos que pagaron por algo que no causaron. Pero la seños Martha no está sola. En Ecuador sociedad civil restituye lo que el paro destruye.
En medio de un tenso clima de división en Ecuador, hubo unidad para subsanar el daño sufrido durante el paro. Sin embargo, quienes lo remediaron no fueron los causantes, sino la sociedad civil. Hubo cooperación entre el sector público y privado para restituir la fuente de empleo.
PanAm Post entrevistó a la receptora de un kiosco nuevo. Se trata de la señora Martha Yambay Puente, quien lleva 35 años trabajando desde allí. Frente a las críticas de las personas que dicen que se debería jubilar responde:
Es una locura… Estoy apta yo para seguir trabajando. No me he jubilado, porque nunca he sido mandada de nadie. Siempre he tenido mi libertad para trabajar. Yo no he pedido favor a nadie. Con mi trabajo he vivido. De mi trabajo he tenido todo lo que tengo. Y seguiré trabajando hasta cuando Dios me dé vida. Tengo mis manos, tengo mis fuerzas, tengo mis pies para caminar y moverme por mí misma, sin pedir favor a las personas que me quieren mandar a la casa.
En teoría, las recientes manifestaciones se produjeron, entre otros reclamos, por la falta de empleo. No obstante, a lo largo de las dos semanas y media que duró no dejaron laborar a la gente. Incluso, muchos de quienes protestaban destruyeron las herramientas de trabajo de los obreros que se atrevieron a desafiarlos.
Bajaban pasajeros de los buses a palazos. Acuchillaban las llantas de los taxis. En varios barrios y ciudades pasaban camiones alertando que quien se atreva a trabajar vería su negocio destrozado. En el caso de Doña Martha destrozaron su kiosxo, luego de vaciar toda la mercancía en su interior, aunque ella no estaba trabajando (ni en el lugar) al momento.
Su kiosco forma parte de una alianza entre el sector público y privado. La campaña ‘Mi kiosquito emprendedor’ construye kioscos con bloques de cemento plástico. El kiosco de Doña Martha fue elaborado con 4560 botellas desechables de plásticos pet.
Así lo detalla Diego Melo Ribadeneira de Tritubot, una de las siete empresas que formaron parte de la restitución del kiosco. Tiene 16 puestos de recolección de botellas en Quito. Allí devuelven a los ciudadanos el dinero que el Estado recauda con impuestos a los plásticos.
Tanto Melo como Martha invitan a la ciudadanía a colaborar con el kiosco y recuperar la cultura del trabajo, la unidad y la cooperación. Tres valores que se vieron reducidos en medio de la tensión del paro nacional.
Mamela Fiallo Flor es profesora universitaria, traductora, columnista y firme amante de la libertad.
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