Las estadísticas demuestran que el nivel de actividad es superior a la prepandemia. Sin embargo, algunos empresarios aseguran que será difícil que la tendencia positiva se sostenga este año.

El sector de la construcción, un eje clave de la economía de Mendoza, recuperó los niveles prepandemia, pero no en su totalidad. Mientras el sector privado sigue dando señales de repunte, la obra pública continúa operando a un ritmo lento. La buena noticia es que de a poco han comenzado a aparecer algunos llamados a licitación, situación que promete una mayor dinámica para el futuro.

El análisis se desprende de las estadísticas publicadas por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). El organismo mide los despachos de cemento realizado por las fábricas, tanto en bolsa (productos que se asocia a la obra privada), como en granel (se atribuye a la obra pública).

Mirando los números totales de mercado, se observa que en todo el 2021 se comercializaron en Mendoza 621.327 toneladas de cemento, un 15,3% más que la cantidad despachada durante el 2020 (538.826 toneladas) y un 11,37% más que en 2019 (557.916 tn), último año “normal”, antes del inicio de la pandemia.

Sin embargo, cuando se desglosa el resultado, se encuentra que el repunte se explica fundamentalmente por el movimiento de los privados. Es que en 2021 los despachos de cemento en bolsa se incrementaron un 10% con relación al 2020 y un 33% contra el 2019.

Las ventas de cemento a granel, en cambio, tuvieron un interesante repunte del 32% contra el 2020, pero se desplomaron un 20% en relación al 2019. Eso demuestra que la actividad en el sector público aun no se ha recuperado con relación a la prepandemia.

La misma situación se repitió en enero de este año. Si bien no es recomendable analizar el mercado en función de lo que ocurre en un solo mes, en este caso se puede confirmar fácilmente la continuada de la tendencia.

En el balance total, se despacharon en enero de este año 49.031 toneladas de cemento, frente a 47.747 tn de igual mes de 2019 (3% de crecimiento en relación a la prepandemia). La mejora fue impulsada por el cemento en bolsa, que mejoró 17% respecto a la prepandemia, mientras que los despachos a granel sufrieron una retracción del 19,4%.

Las estadísticas muestran el panorama registrado hasta el final del 2021, pero según los empresarios, la continuidad de la tendencia creciente no está garantizada. Roberto Pierandrei, titular de la firma que lleva su nombre, aseguró que durante el último trimestre la actividad desaceleró. “Enero, febrero y lo que llevamos de marzo han sido negativos en cuanto a ventas”, puntualizó el empresario.

Para Pierandrei, parte de la mejora que se observa en las estadísticas de la AFCP se explica por la demanda de cemento por parte de las provincias vecinas. “Se compró mucho material que se fue a San Juan, La Rioja -en su mayoría- y a Neuquén”, puntualizó. Por otro lado, indicó que los aumentos de precios han sido permanentes “en el orden del 4% mensual”, incluso en el caso del cemento.

Por su parte, el presidente de la Red Edificar y gerente de la firma Hipercerámico, Diego Pérez Colman, señaló que el movimiento del dólar provocó un impacto en la construcción. “En su momento la gente salió a ganarle a los aumentos de los materiales. Ahora hay incertidumbre en cuanto a la negociación con el FMI y no hay una demanda sostenida de materiales de obra gruesa. Sí hay algunos emprendimientos en barrios privados, mucha remodelación de escuelas, y movimiento de los materiales de terminación de obra”, indicó.

“Una bolsa de cemento ronda hoy los $ 750 y en algunos casos un poco menos, pero no está moviéndose demasiado”, señaló el ejecutivo.

A la espera de una reactivación de la construcción habitacional, el titular de la Red Edificar marcó que las tasas de crédito subieron y eso hace más difícil que la gente active la demanda. “Se están terminando los proyectos que se comenzaron con anterioridad. El consumo desde la pandemia se ha revalorizado de otra manera. No hay un consumo que sea oportunista y la cosa se ha puesto difícil”, finalizó Pérez Colman.

Otros actores del sector privado tienen una mirada más optimista. Con un presupuesto de $ 24.000 millones designado para la obra pública, desde la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim) esperan que el semestre tenga un saldo positivo. Para Dalmiro Barbeito, presidente de Cecim, el movimiento se manifestando por un incremento de las obras relacionadas con las licitaciones del Instituto Provincial de Vivienda (IPV).

“Por las obras que se han licitado y todavía no se adjudican, vemos que el crecimiento se puede sostener en el primer semestre. Todo depende de que el gobierno provincial siga licitando de la forma que lo ha venido haciendo desde el último trimestre del 2021″, sostuvo.

Confiando en el sostenimiento del ritmo licitatorio del Ministerio de Obras públicas y de las demás reparticiones que licitan en el Estado provincial (Aysam, Irrigación, IPV), desde la cámara esperan que se pueda salir definitivamente del estancamiento que tuvo la actividad durante los dos años de la pandemia.

“Hemos visto aparecer la economía de la postpandemia y estamos viendo una activación después de casi dos años de estancamiento”, comentó Barbeito.

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