Uno de los principios básicos de la “economía circular” es que todo, absolutamente todo, puede reciclarse.

El arq. Roberto Ledezma Montes, experto en tratamiento de residuos de la construcción, habló en el Colegio de Arquitectos, acerca de cómo es que la construcción no ha dado un adecuado tratamiento a sus residuos teniendo mucho potencial tanto económico como ecológico.

Los desperdicios de obra, en su mayoría son: escombro, basura de obra (cajas de materiales, sacos o bultos de cemento, cal, morteros, sobrantes de maderas, plásticos de embalaje); y desperdicios de materiales (sobrantes de pintura, de mortero, de concreto, de tabique, impermeabilizante, vidrio, acero, etc.)

Actualmente, las empresas constructoras contratan un servicio de acarreo de desperdicios (camiones de volteo) que depositan el escombro en sitios autorizados o no autorizados, quedando a su criterio la disposición final de los materiales.

De acuerdo con el arq. Ledezma, el rechazo a reciclar desperdicios de obra se debe a los altos costos de traslado a los tiraderos, por lo que una de sus propuestas plantea construir una planta procesadora dentro de la mancha urbana.

El experto también plantea que los reciclados pueden tener un fin distinto al inicial, celebra que Holcim Apasco es la primera empresa en reprocesar sus desperdicios, que ya no pueden ser utilizados para elaborar más concreto, pero sí para la fabricación de otros productos para la construcción.

Es hora de dar el paso hacia el reciclaje de los escombros para que la construcción sea sostenible y menos dañina para el medio ambiente. Arquitectura y ciudad…

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