Formas de reducir el plástico en el jardín - Pilar a Diario

2022-08-13 04:50:01 By : Mr. Jianghao Zhou

En columnas anteriores ya hablamos de las tres erres de la ecología (Reducir – Reutilizar - Reciclar) y la importancia de seguir ese orden, a las que se ha unido una cuarta R, la de reinvertir, que se refiere al hecho de estimular la demanda de productos reciclados comprando artículos reciclados. Ahora, en esta columna, les compartimos como aplicar ese modelo a la forma de reducir, usar y reciclar el plástico en la jardinería.

► Reducir: deja de comprar plástico nuevo y busca alternativas

Reducir es siempre la prioridad en la jerarquía de residuos, por lo tanto, en la horticultura lo más importante es reducir el consumo de macetas y accesorios de plástico que solemos necesitar para el cultivo de nuestras plantas, especialmente cuando se trata de plástico no reciclable.

► Reutiliza el plástico que ya tienes

Reutilizar es la segunda alternativa, cuando ya disponemos de cualquier tipo de envase de plástico en el hogar al que podemos darle una segunda oportunidad y alargar su vida útil. Aquí la creatividad se convierte en nuestra mejor aliada y, si las musas nos abandonan, siempre podemos buscar algo de inspiración en Internet, porque hay ideas para todos los gustos.

► Recicla el plástico que ya no puedes usar

Reciclar es la tercera alternativa y, en el caso de los plásticos, se convierte en un pequeño galimatías, porque no todos los plásticos son reciclables y, por lo tanto, surge la eterna duda de dónde hay que depositar los objetos de plástico que desechamos.

► Reinvierte en plástico reciclado y reciclable

En última instancia, si vamos a adquirir algún artículo fabricado con plástico, deberíamos asegurarnos de que esté fabricado con plástico reciclado y reciclable. ¿Cómo conseguirlo?

1/ Bandejas de semilleros Podemos optar por utilizar bandejas de semilleros fabricadas en madera o bambú o hasta las hueveras, y evitar las bandejas de semillas de plástico, incluidas las bandejas de polietileno de alta densidad (HDPE), que son livianas y duraderas, pero difíciles de reciclar una vez rotas.

2/ Macetas y contenedores Las macetas de plástico suelen estar fabricadas con polipropileno (PP), polipropileno de baja densidad (LDPE) o polipropileno de alta densidad (HDPE). Como he comentado antes, son livianas y baratas, pero difíciles de reciclar una vez rotas. Por eso, las alternativas pasan por elegir macetas de materiales más sostenibles durante todo el ciclo de cultivo de nuestras plantas.

Cuando iniciamos un cultivo, la alternativa pasa por utilizar cualquier medio que sea biodegradable para que no persista indefinidamente en el medio ambiente.

Una de las alternativas más populares y ampliamente disponibles en los últimos tiempos son las bolsas y los contenedores biodegradables que no se quitan antes de plantar para evitar que se alteren las raíces. Una opción mucho más económica es confeccionar nuestras propias macetas con cartón de desecho. También existen las macetas de bambú con apariencia de plástico, pero no son fáciles de conseguir.

Una vez que vamos a situar nuestras plantas en el jardín, porche, terraza, balcón o patio, tenemos que olvidarnos definitivamente del plástico y optar por bellos contenedores de cualquier material que sea más sostenible, como barro, cerámica, cemento, madera tratada y metal.

3/ Etiquetas y marcadores Lo recomendable es usar etiquetas y marcadores de plantas hechos de madera, bambú o pizarra. Si nos gustan de madera, podemos reutilizar, por ejemplo, los palos de los helados, o fabricar nuestras propias etiquetas si somos habilidosos. También tenemos la posibilidad de comprarlas, porque hay un buen número de diseños y tamaños disponibles.

Hay que tener en cuenta que las etiquetas de madera sin tratar absorben el agua del sustrato húmedo, motivo por el que la escritura se vuelve borrosa. En este caso, es mejor utilizarlas para el etiquetado a corto plazo, como las semilleros y el cultivo de esquejes y plantel a cubierto, que posteriormente se plantan en el exterior.

Las etiquetas fabricadas en bambú se mantienen legibles durante toda la temporada, ya que el material es menos absorbente. Tal vez, las etiquetas más bonitas y fáciles de reutilizar sean las de pizarra, aunque también es cierto que son más caras. Las etiquetas de metal son otra opción, pero el problema es que no se pueden reutilizar una vez grabadas.

4/ Bolsas de embalaje Una medida sencilla y muy práctica es reutilizar las bolsas de plástico con las que se embala el sustrato, compost, abono, mantillo, etc. Hay quien, incluso, les da la vuelta y lo utiliza como contenedor de cultivo. 

Si cultivamos un buen número de nuestras plantas a partir de semillas; o practicamos la jardinería orgánica y obtenemos nuestro propio compost, abono orgánico, enmiendas orgánicas y acolchado, mejor que mejor, porque evitaremos el plástico del embalaje industrial.

5/ Riego Ya sabemos que las regaderas de plástico duran mucho, pero también son casi eternas las regaderas de metal y, además de tener mucho encanto, son más sostenibles.

Las mangueras y los sistemas de riego automático están hechos exclusivamente de plástico, por lo que la única alternativa es conservarlos bien para que duren mucho tiempo.

6/ Entutorado Cuando las plantas necesitan algún tipo de sujeción, podemos utilizar tutores de metal, bambú, madera o cualquier material vegetal que tengamos disponible y sirva para esa función. En las ataduras, es preferible usar cordel de yute o cáñamo, que está fácilmente disponible y resulta más delicado con las plantas que las ataduras de plástico, ya que no daña los tallos.

7/ Las plantas, siempre naturales Por último, y no por ello menos importante, quería rogar (casi suplicar) que no se compren plantas de plástico, por favor… En casa o el jardín, hay que tener siempre plantas naturales, porque, además de ser mucho más bellas, benefician nuestra salud, la vida silvestre y el medio ambiente.

8/ Protección de las plantas cuando llegue el invierno En aquellas zonas en las que es necesario proteger las plantas en invierno, es preferible evitar materiales como campanas de polietileno, policarbonato rígido, mallas térmicas de plástico tejido, etc. En su lugar, podemos utilizar campanas de vidrio, tela de arpillera o aislamiento de paja y cartón.

Una curiosidad: Algunos centros de jardinería y puntos de venta online del mundo ya empiezan a vender las plantas sin maceta de plástico. Es preferible, en la medida de lo posible, comprar las plantas a raíz desnuda o con el cepellón envuelto de forma sostenible.

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